Los beneficios del ejercicio físico repercuten no solo en la salud de nuestro cuerpo, sino también en la de nuestro cerebro al estimular una adecuada irrigación sanguínea que protege las neuronas.
Invertir tiempo en hacer ejercicio físico es invertir en salud, ya que ayuda a mantener bajo control un buen número de enfermedades. Entre ellas las del cerebro.
En las alteraciones cerebrales que se producen con la enfermedad de Alzheimer, hay un claro componente vascular, es decir, de la adecuada irrigación sanguínea. Ello indica que la salud cardiovascular tiene una repercusión directa en la salud cerebral. De ahí que uno de los beneficios del ejercicio físico sea, también, proteger el cerebro.
Los expertos coinciden en que practicar un deporte puede ayudarnos a ganar fuerza, agilidad, flexibilidad y resistencia cardiovascular. Por todo ello, el deporte, o cualquier actividad física, especialmente si se realiza en grupo, es recomendable para controlar el riesgo de padecer Alzheimer.
Podemos explorar las posibilidades que nuestro día a día nos puede ofrecer para llevar un estilo de vida activo y disfrutar, de este modo, de los beneficios que nos aporta el ejercicio físico.
Por ejemplo, salir a caminar es una actividad sencilla y económica, pero que puede resultar muy agradable. Además, podemos aprovechar los desplazamientos diarios para incorporarlos en nuestra rutina, como bajar en una parada antes de llegar a nuestro destino, o subir por las escaleras en lugar de usar el ascensor.


Bailar es una magnífica oportunidad para relacionarnos con otras personas, aportándonos los beneficios de la socialización para la salud mental y cognitiva.
Lecturas relacionadas
Esculpiendo nuestro cerebro
Decálogo para rejuvenecer nuestro cerebro
Con el aval de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Fundación del Cerebro reúne una serie de recomendaciones, presentadas a modo de decálogo, con fundamentos para ayudar a nuestra mente a estar sana.
- Practicar ejercicio físico moderado a diario y evitar el sedentarismo.
- Evitar el sobrepeso.
- Intentar mantenerse activo intelectualmente: leer, bailar, escuchar música, acudir al cine y al teatro, conversar, aprender idiomas, viajar e interesarse por la actualidad.
- Participar en actividades de grupo, colaborar con la sociedad e intenta rinteractuar socialmente.
- Controlar la tensión arterial.
- Evitar la diabetes y la hiperglucemia.
- Mantener una dieta saludable baja en azúcares refinados y en grasas saturadas, pero rica en verduras y pescados. Una opción ideal es recuperar la dieta mediterránea tradicional.
- Prevenir los accidentes, especialmente de tráfico, usando casco en las motos y el cinturón de seguridad en el coche.
- Evitar los tóxicos: abandonar el tabaco y consumir alcohol sólo con moderación.
- De último pero no menos importante, tener una actitud positiva frente a la vida. Usar el buen humor siempre que se pueda, ya que la risa es el mejor aliado para evitar que la vida nos sobrepase y eliminar el estrés en todo lo que se pueda.
Cómo empezar a hacer ejercicio físico
Lo primero es elegir una actividad física que se ajuste a nuestras condiciones personales y médicas y que, además, nos resulte atractiva, lo que nos reportará grandes beneficios.
Los expertos recomiendan dedicar dos horas y media semanales (una media hora cinco o más días a la semana) a la realización de una actividad física moderada, como caminar a buen ritmo, realizar actividades de jardinería, ejercicios aeróbicos en el agua o bailar.
Para practicar una actividad física más intensa, como correr, subir escaleras o nadar, los expertos recomiendan una hora y cuarto semanal.


El tipo de actividad física que se practique debe adaptarse a nuestras condiciones personales y médicas para que sea saludable.
Recomendaciones para evitar lesiones
- EMPEZAR DE MANERA PROGRESIVA. Hay que iniciar poco a poco las rutinas deportivas y, si tenemos dudas sobre nuestras capacidades, consultar siempre a un experto. Ante cualquier dolencia, un largo periodo de poca o ninguna actividad física, o por cuestión de edad, se debe consultar con el médico de familia antes de ponerse a practicar la actividad y seguir sus consejos.
- ADAPTAR EL EJERCICIO A NUESTRAS NECESIDADES. Para que los beneficios del ejercicio físico sean verdaderamente positivos, será imprescindible adaptarlo, no solo a nuestras capacidades físicas, sino también a nuestra disponibilidad.
- USAR ROPA Y CALZADO ADECUADOS. Si acudimos a una clase de gimnasia o de yoga, lo más probable es que el responsable ya nos aporte información sobre el tipo de ropa y calzado más adecuados. No obstante, y por lo general, lo más recomendable es usar ropa y calzado deportivos cómodos.
- HIDRATARSE. Es importante beber agua durante la realización de la actividad física para mantener la hidratación corporal. No hay que esperar a tener sed. Lo ideal es beber pequeñas cantidades frecuentemente.
- PROTEGERNOS DEL SOL Y EVITAR LAS HORAS DE MÁS CALOR. Si vamos a practicar una actividad al aire libre, es importante protegerse del sol y, si es en verano, evitar las horas de más calor.
Fuentes de información: Fundación Pasqual Maragall, Geriatricarea, Aprendemos juntos 2030
Imágenes: Freepik, Wellness Gallery Catalyst Foundation, Freepik
Recuerda que cuentas con 5 Serveis, el apoyo que el adulto mayor necesita


Con 28 años de trayectoria brindando soluciones de asistencia sanitaria a domicilio en Barcelona, en 5 Serveis somos un equipo especializado en el cuidado y apoyo de adultos mayores y dependientes.
Prestamos servicios las 24 horas del día, los 365 días del año. Puedes confiar en 5 Serveis, para poner en nuestras manos a tus seres queridos. Agenda una videollamada y responderemos todas tus preguntas. Somos una empresa registrada y autorizada para la prestación de servicios de la Ley de dependencia.
Te invitamos a seguir las lecturas de nuestro Blog y conocer otras recomendaciones de Actualidad.
¡Compártelo con los tuyos si te ha parecido interesante!

